Santiago el Mayor se llamaba Jacob (יעקב), hijo de Zebedeo y Salomé, nacido en Betsaida de Galilea, discípulo de Jesús quien le apodó “boanergués”, hijo del trueno. Su nombre se fue castellanizando como Yaco, después Yagüe, (Santi Yagüe) y más tarde Yago, desde aquí solo quedaba una transformación lingüística para llegar primero a Sant Iago y después al Santiago actual. Se le sitúa propagando el Evangelio en Hispania, vuelto a Jerusalém es degollado por orden de Herodes Agripa I en el año 44, sus discípulos devuelven su cuerpo a Hispania, enterrándole en Iria Flavia donde fue hallado por el Obispo Teodomiro siendo después llevado a Compostela.
Pero volvamos a lo de Clavijo; toda una cepa de reyes astur – leoneses que fueron llamados “los holgazanes” venían pagando anualmente el ominoso tributo de las cien doncellas que venían a engrosar los harenes de la morisma: .../... “et que auiendoles miedo que les darie lo que demandeassen por razon quel non diessen guerra et quel dexassen en paz; et enuiaronle pedir que les diesse cada anno L donzellas de las mas fijas dalgo con que casassen, et otras L de las otras del pueblo con que ouiessen entre si sus solazes et su deleyte; et estas cient donzellas que fuessen todas uirgines” .../...
“Et sepas por uerdad que tu uençras cras en la mannana con el ayuda de Dios a todos estos moros que te agora tienen cercado. Et por que non dubdes nada en esto que te yo digo ueer medes cras andar y en la lid en un cauallo blanco con una senna blanca, et gran espada reluzient en la mano, non dubdedes nada de yr ferir en la hueste de los barbaros, llamando “Dios, ayuda, et Santi Yague”
“Et fueron luego entrar en la fazienda et lidiar con los moros. Otrossi el apostol Santi Yague fue y luego con ellos, assi como les el prometiera, et començaron de ferir en los moros muy de rezio, dando grandes uozes et diziendo: “¡Dios, ayuda, et Santi Yague!” Los moros fueron luego al ora uençudos; et murieron y bien LXX uezes mill dellos, assi como cuenta la estoria. Et desde aquel dia adelante ouieron et tomaron los cristianos en uso de dezir en las entradas de las faziendas et en los alcanços de los moros sus enemigos mortales: “¡Dios, ayuda, et Santi Yague!”.
Pero Santiago no solo ayudaba contra los moros, también vemos que en tiempos del Conde Gonzalo Sánchez ante los estragos ocasionados por los normandos en nuestras costas, se enfrentó a ellos derrotándolos: .../...in nomine Domini et honore Sancti Iacobi apostoli.../... .
Posteriormente y ya en la Castilla Independiente, Santiago se vuelve a aparecer al Buen Conde Fernán González antes de la batalla de Hacinas contra Almanzor y le dice:
"¡Ferrando de Castiella, hoy te crece gran bando!"
Las huestes castellanas cobran una gran victoria entrando en combate al grito de “¡Santiago y cierra!”, siendo la primera vez que se recoge este grito de guerra que sería después profusamente empleado. Estos gritos de guerra también fueron empleados por otros reinos, así los franceses entraban en combate invocando a “Saint Oenis”, los bretones a “San Ivo” y los ingleses a “San Jorge”. En esta batalla, según Berceo, Santiago aparece acompañado de San Millán y otros seres celestiales: “muy grand conpaña de angeles, todos armados de armas blancas con pendones blancos, en ellos cruzes coloradas”.
En tiempos de Fernando I de Castilla, antes de la toma de Coimbra a los moros, el propio rey acudió en romería a Compostela para pedir ayuda a Dios y a Santiago, las huestes castellanas entraban en Coimbra tomando su mezquita para convertirla en catedral, donde fueron armados caballeros, bajo la advocación de Santiago, numerosos y señalados caballeros, entre ellos un jovencísimo Rodrigo Díaz de Vivar.
Y precisamente en el Cantar de Mío Cid podemos oírle a este diciendo:
¡En el nombre del Criador e del apóstol Santi Yagüe,
feridlos, cavalleros, d'amor e de gran voluntad,
ca yo só Ruy Díaz, mio Cid el de Bivar.
.../...irlos hemos ferir en aquel día de cras,
en el nombre del Criador e del apóstol Santi Yagüe.../... .
los moros llaman ¡Mafomat! e los cristianos ¡Santi Yagüe! .
En tiempos de Fernando III de Castilla, “El Santo”, el Señor Santiago vuelve a ayudar a los castellanos, primero en la guerra contra el Rey Moro Abenhut y después en la toma de Sevilla donde el propio Rey Santo atribuye a Santiago la victoria: .../...a los merescimientos de Santiago, cuyo Alférez nos somos e cuya enseña traemos e que nos ayuda siempre a vencer.../... .
Alfonso XI de Castilla, en 1322, debía ser nombrado caballero por otro caballero de rango superior y no encontrándolo recurre a Santiago, estableciendo de esta forma la costumbre de nuestros reyes de ser armados caballeros ante la efigie del “Santiago de Armar” que se conserva en las Huelgas Reales de Burgos: .../...tomando él por sí mismo todas las armas del altar de Sanctiago, que ge las non dio ninguno; et la imagen de Sanctiago, que estaba encima del altar, llegóse el Rey a ella, et fízole que le diese la pescozada en el carriello.../... .
Con este mismo Rey se produce la Batalla del Salado contra el Rey Moro Juçaf, un poeta musulmán pone en boca de su Rey el relato de su derrota:
Santiago el de España
los mis moros me mató,
desbarató mi compaña,
la mi seña quebrantó.
En otro párrafo Juçaf, incluso, reconoce haber visto a Santiago peleando entre los castellanos:
Yo lo vi bien aquel día
con muchos omnes armados
el mar seco parescía
e cobierto de cruzados.
El poeta moro sigue relatando la batalla y nos describe un episodio casi cómico, muy del gusto musulmán, donde nos dice que Mahoma llego tarde a la contienda pues se atragantó con unos bollos que estaba comiendo en la Meca, aún así no concibe la victoria castellana sin la intervención de Dios y de Santiago.
En 1413, Juan II de Castilla vence al Rey moro de Granada y el cronista nos recuerda el grito de los castellanos al entrar al combate: .../... en tantas de bozes prorrompe la gente que non entendían sino solamente el nombre del fijo del buen Zebedeo.../... .
Ya en tiempos de los Reyes Católicos Santiago es proclamado: .../...luz e Patrón de las Españas, espejo e giador de los Reyes dellas.../... .
También cabe recordar que Cervantes en El Quijote dice de Santiago: Háselo dado Dios a España por Patrón y amparo suyo y así le llaman como a defensor suyo en todas las batallas que acometen.
Terminaremos recordando que el “Voto de Santiago”, donde se le reconoce como caballero, se le “pagan” las soldadas correspondientes y se le agradecen los favores recibidos, se cumplió anualmente desde la Batalla de Clavijo hasta 1812, fecha en que fue abolido por las Cortes de Cádiz con gran protesta del pueblo. En 1936 se reinstauró la tradición y es el propio Rey de España el que se encarga actualmente de hacer la ofrenda, reconociéndole como un caballero más y Patrón de España.