Una vez más, como ya pasó con Juan de Garay (véase articulo en este mismo blog), se intenta confundir al lector poco avezado pretendiendo para otros lugares el origen de un burgalés.
Ramón de Bonifaz y Camargo es -a todas vistas- natural de la Cabeza de Castilla, así esta inscrito en el "Libro Armorial de la Cofradía de la Parroquia de Santiago de la Fuente de Burgos" con todo su linaje, genealogía y parentela; tanto de los Bonifaz como de los Camargo, descritos y miniados cada uno de ellos en él con sus armas heráldicas, y algunos de ellos distinguidos como esforzados caballeros en el Arte del Bofordo (véase también aquí).
ILUSTRACIÓN CONTENIDA EN “LIBRO ARMORIAL DE LA COFRADÍA DE LA PARROQUIA DE SANTIAGO DE LA FUENTE DE BURGOS” CON LA LEYENDA: “REMON BONIFAS, ALCALLE”
En el citado códice ya se nos presenta a D. Ramón como Alcalde de Burgos y todos los biógrafos consultados no albergan ninguna duda sobre la naturaleza burgalesa del héroe que ahora tratamos, pero recientemente alguno ha intentado hacer ver que procede de Laredo, ¿estamos una vez más ante el axioma de que ¿“quien carece de historia esta obligado a inventársela”?. Hay que resaltar al efecto que estas últimas biografías se parecen en todo a las anteriores y tan solo intentan cambiar el dato del origen, aduciendo tan solo el segundo apellido por coincidencia con el homónimo pueblo montañés, por lo mismo que otros se han aventurado a decir que era francés de la región de La Camarga.
De su origen burgalés tampoco presenta dudas la Crónica General de Alfonso X -contemporánea suya- donde se asegura de él que era “Omne de Burgos” y “Sabidor de las cosas de la mar”
La data de su nacimiento en Burgos se establece en 1196 y poco más tarde ya aparece documentado como poseedor de propiedades en el burgalés barrio de San Llorente y es muy probable que asistiera con 16 años a la fonsadera burgalesa de la batalla de “Las Navas de Tolosa” junto a los caballeros de su linaje, (estos si documentados en ella), como era costumbre en la época y donde adquiriría sus primeros conocimientos militares que seguiría ejerciendo hasta ocupar el cargo de Alcaide la Fortaleza y Ciudad de Burgos, comisión que por entonces era más militar que política.
De su origen burgalés tampoco presenta dudas la Crónica General de Alfonso X -contemporánea suya- donde se asegura de él que era “Omne de Burgos” y “Sabidor de las cosas de la mar”
La data de su nacimiento en Burgos se establece en 1196 y poco más tarde ya aparece documentado como poseedor de propiedades en el burgalés barrio de San Llorente y es muy probable que asistiera con 16 años a la fonsadera burgalesa de la batalla de “Las Navas de Tolosa” junto a los caballeros de su linaje, (estos si documentados en ella), como era costumbre en la época y donde adquiriría sus primeros conocimientos militares que seguiría ejerciendo hasta ocupar el cargo de Alcaide la Fortaleza y Ciudad de Burgos, comisión que por entonces era más militar que política.
DON RAMÓN DE BONIFAZ Y CAMARGO
Ocupando este cargo, en 1245 el Rey San Fernando le solicita que le acompañe en las campañas de Jaén y Baeza donde consigue brillantes éxitos militares.
Ya en 1247; el Rey le encomienda que aprestara una escuadra naval para la toma de Sevilla, sabedor como era el Rey de sus conocimientos militares que entonces no se diferenciaban de los de la mar, ya que los navíos tan solo se empleaban ocasionalmente como medio de transporte de las huestes, así nos lo dice la Crónica:
"Remon Bonifaz, un omme de Burgos, vino ver al rey et al rey plogo mucho del, et desque ovo sus cosas con el fablado, mandol luego tornar apriesa que fuese guisar naves et galeas et la mayor flota que pudiese et la meior guisada, et que se viniese con ella para Sevilla".
Con tal encargo se dirige a las villas marineras de Castilla sitas en las entonces provincias castellanas de Santander, Vizcaya y Guipuzcoa, donde construye y reúne una importante armada con la que se dirige al sur, reforzándola en algunos puertos de Asturias y Galicia.
A primeros de Agosto bordea Gibraltar y se encara al Guadalquivir donde derrota a la flota sarracena de zabras y saetías de Abu Qabl que pretendía imposibilitarle el acceso al río y ya en él derrota a otra que traía refuerzos desde África, remontó el río hasta Sevilla que estaba protegida por un pontón de barcas fuertemente encadenadas y ya en contacto con la hueste del Rey, permitió a esta el movimiento hacia la fortaleza de Triana evitando así el apoyo de las tropas del Rey de Niebla Suayb ibn Muhammad ibn Mahfuz.
Ya en 1247; el Rey le encomienda que aprestara una escuadra naval para la toma de Sevilla, sabedor como era el Rey de sus conocimientos militares que entonces no se diferenciaban de los de la mar, ya que los navíos tan solo se empleaban ocasionalmente como medio de transporte de las huestes, así nos lo dice la Crónica:
"Remon Bonifaz, un omme de Burgos, vino ver al rey et al rey plogo mucho del, et desque ovo sus cosas con el fablado, mandol luego tornar apriesa que fuese guisar naves et galeas et la mayor flota que pudiese et la meior guisada, et que se viniese con ella para Sevilla".
Con tal encargo se dirige a las villas marineras de Castilla sitas en las entonces provincias castellanas de Santander, Vizcaya y Guipuzcoa, donde construye y reúne una importante armada con la que se dirige al sur, reforzándola en algunos puertos de Asturias y Galicia.
A primeros de Agosto bordea Gibraltar y se encara al Guadalquivir donde derrota a la flota sarracena de zabras y saetías de Abu Qabl que pretendía imposibilitarle el acceso al río y ya en él derrota a otra que traía refuerzos desde África, remontó el río hasta Sevilla que estaba protegida por un pontón de barcas fuertemente encadenadas y ya en contacto con la hueste del Rey, permitió a esta el movimiento hacia la fortaleza de Triana evitando así el apoyo de las tropas del Rey de Niebla Suayb ibn Muhammad ibn Mahfuz.
Tan solo quedaba la conquista definitiva de Sevilla para lo que era necesaria la ruptura de la fortificada barrera de barcas que la protegía entre la Torre del Oro y su gemela de Triana. Los almohades intentaron aniquilar la Escuadra de Castilla incendiándola, con sus combatientes dentro, mediante una balsa de “fuego griego”, una especie de “napalm” de la época que fue evitado por la decisiva intervención de nuestro Almirante, veamos como nos narra este suceso la Crónica:
“Et asmaron de fazer una balsa tamanna.../... et que la ynchiesen toda de ollas et de tinaias llenas de fuego greguiesco et dizenle en arauigo.../... et resina et pez et estopas.../... et mouieron asy muy demodados contra las naues de los cristianos para gelas quemar et començaron a echar fuego.../... mas non fueron muy sabidores ca pues ellos empezaron a mouer faciendo grandes roydos de trompas et de tanbores: los vnos de las naues de los cristianos que estauan apareidos et muy aperçecbidos los reçibieron de tal guisa et fueron recodir con ellos que los fezieron ser represos del ardimente que tomaron et del cometimiento que ouieron fecho”.
Una vez superado este episodio recibe la Orden del Rey de romper el puente de barcas, para ello manda acorazar la proa de sus dos mejores naves, la suya incluida. Esperó el momento propicio y el 3 de Mayo de 1248, una vez bendecidas las naves por San Telmo que acompañaba al Santo Rey y aprovechando el viento favorable y la subida de la marea se lanzaron contra el puente con todo el trapo desplegado y la fuerza de los remeros del cantábrico, la primera en embestir fue la otra nave que le hizo estremecer, detrás; tal vez más pesada, llegaba la nave capitana con Bonifaz al mando, consiguiendo tan feroz arremetida que rompió las gruesas cadenas con que estaban engarzados los pontones; desbaratándoles, siendo seguido ya sin impedimentos por toda su escuadra, veamos como nos lo relatan los cronistas:
De cómo el rey don Fernando mando a Remont Bonifaz que fuese quebrantada la puente de Triana, et de cómo la quebrantó con las naves: "… et mando a Remont Bonifaz, con quien se conseio et otros que y fueron llamados que eran sabidores de la mar, que fuesen ensayar algun artifiçio commo les quebrantasen por alguna arte la puente, si podiesen, porque non podiesen unos a otros pasar. Et el acuerdo en que se fallaron fue este que fezieron: tomaron dos naves, las mayores et mas fuertes que y avie, et guisaronlas muy bien de todo quanto mester era para fecho de conbater. Esto era en dia de sancta Cruz, tercer dia de mayo, en la era de mill et dozientos et ochenta et seys; et andava la era de la Encarnaçion del Sennor en mill et dozientos et quarenta et ocho annos. Et esse Remont Bonifaz, guisado muy bien, entro en la una nave con buena conpanna et muy guisada de muchas armas; en la otra nave entraron aquellos que se don Remont Bonifaz escogio, omnes buenos et buena conpanna et bien guisada. et la nave en que don Remont yva, descendio muy mas ayuso que la otra. Et el rey don Fernando, en crencia verdadera, mando poner ençima de los mastes desas dos naves sendas cruzes, commo aquel que firme se avia de toda creençia verdadera.../...La nave que primero llego, que yva de parte del arenal, non pudo quebrantar la puente por o acerto, pero que la asedo yaquanto; mas la otra en que Remont Bonifaz yva, desque llego fue dar de frente un tal golpe que se passo clara de la otra parte"Continua la crónica resaltando que en este hecho: “.../...consistió toda la victoria, porque los moros desde aquella hora conocieron ser vencidos".
Y así fue; pues el 23 de Noviembre no le quedo más remedio al Rey taifa Axataf que capitular, devolviendo Sevilla a Fernando III de Castilla quien como única condición exige que la ciudad esté vacía de musulmanes, por lo que salieron de ella mas de cien mil, dejándoles marchar libres y francos.
Ya solo con cristianos las huestes castellanas entran en la ciudad siendo recibidos como nos indica la crónica:
“en 22 días del mes de diciembre, día de la traslación de San Isidoro, arzobispo que fue de la noble Sevilla, do fue el Rey recibido con procesión de toda la clerecía y de todas las gentes, con muy grandes voces, bendiciendo a Dios y al buen Rey, que les diera”
RECREACIÓN ROMÁNTICA DE LAS RIBERAS DEL GUADALQUIVIR
Una vez establecidos en la ciudad hispalense limpian y dragan el Guadalquivir, creándose así el puerto de la ciudad a donde pudieran llegar naves mercantes de mayor calado y ven la necesidad de que Castilla contase con una armada naval estable, por lo que el Rey encarga a D. Ramón que erija y disponga las Reales Atarazanas donde construir y aderezar naves.
Bonifaz es recompensado con señoríos y propiedades en Sevilla y en Burgos y en 1250 es nombrado por el Monarca como Almirante de Castilla, siendo la primera vez que aparece este titulo en España, cargo que se describe como: “cabdillo de todos los navíos que son para guerrear” constituyéndose de esta forma la primera Armada Española con Ordenanzas Militares pues las “Ordinatione riparae” anteriores eran para la marina mercante, estas ordenanzas creadas por el burgalés fueron posteriormente recogidas en el “Código de las Siete Partidas”
Una vez consolidada Sevilla, el Rey mandó aparejar a Bonifaz otra escuadra para reconquistar Cartagena y también consta al mando de otra expedición de socorro al puerto de Safí.
Bonifaz es recompensado con señoríos y propiedades en Sevilla y en Burgos y en 1250 es nombrado por el Monarca como Almirante de Castilla, siendo la primera vez que aparece este titulo en España, cargo que se describe como: “cabdillo de todos los navíos que son para guerrear” constituyéndose de esta forma la primera Armada Española con Ordenanzas Militares pues las “Ordinatione riparae” anteriores eran para la marina mercante, estas ordenanzas creadas por el burgalés fueron posteriormente recogidas en el “Código de las Siete Partidas”
Una vez consolidada Sevilla, el Rey mandó aparejar a Bonifaz otra escuadra para reconquistar Cartagena y también consta al mando de otra expedición de socorro al puerto de Safí.
En 1252 y después de todos estos esfuerzos se sabe que retorna a Burgos donde deja su cargo de Alcalde; que aun mantenía, a su hijo Diego, para dedicarse por completo desde aquí a sus labores de Almirante con jurisdicción y tribunales sobre todas las cosas de la mar y veedor de las rentas reales de todos los puertos, cargo de trascendental jerarquía como apoderado del Rey en todo lo concerniente a la regencia de los puertos, naciendo así la vocación marinera de la Ciudad de Burgos y que sería germen del posterior establecimiento en ella del Consulado del Mar y que ya no abandonaría como encrucijada entre la Corte y los puertos del Cantábrico.
Con Bonifaz, Alfonso X otorga en Burgos privilegios que alcanzan a la Puebla de Bilbao y su puerto y otros para Santander y Laredo como participantes en dicha gesta: “…Esta merced les fago por el mucho servicio que fisieron al Rey don Fernando, mio padre, e a mi, mayormente en la presion de Sevilla” , hecho este que los montañeses aun recuerdan en su escudo, donde se ve el navío de Bonifaz rompiendo las cadenas de Sevilla.
En 1256 falleció nuestro Almirante en Burgos siendo sepultado en el Monasterio de San Francisco; fundado por él, bajo su bulto yaciente constaba la siguiente inscripción:
“Aquí yace el muy noble y esforzado caballero don Ramón Bonifaz, primer almirante de Castilla que ganó a Sevilla. Murió el año MCCLVI”. Posteriormente la Reina Católica en una de sus visitas mando añadir: “que fue en ganar a Sevilla con el rey Don Fernando”.
Por su testamento sabemos que estuvo casado tres veces: “con doña Andrea Grimaldo, con doña Luisa de Velasco et con doña Teresa Arias de las que hubo dos hijos et cuatro hijas”. Durante la invasión francesa dicho monasterio fue bombardeado, esto y la desidiosa "amortización" de Mendizábal hicieron desaparecer su sepulcro, no obstante la Ciudad de Burgos sigue recordando a este esclarecido hijo suyo con una céntrica calle a su nombre cerca de donde estuvieron sus casas y posesiones.
Con motivo del 700 aniversario de la liberación de Sevilla, se
instaló en la Torre
de Santa María de Burgos una placa conmemorativa donde se lee lo siguiente:
A
RAMÓN DE BONIFAZ “UN OME DE BURGOS”
Y
ALCALDE LA CIUDAD,
LE DESCUBRE LA GLORIA DE
VIRILES PROEZAS
AL
FRENTE DE LOS MARINOS DEL MAR CANTABRO
¡Hola! Magnífico blog. ¿Acaso lo has abandonado? La verdad que es toda una lección de historia de Burgos y Castilla. A ver si te animas y sigues con él. También te invito a que pases por el mío. Un saludo.
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